Letra de Postales - Presuntos Implicados
Letra de canci�n de Postales de Presuntos Implicados lyrics
No hay quien pare la saeta del reloj
ni el calendario.
No hay quien rija el minutero y su fugaz
pasar de a�os.
Nuestro verano ya pas�,
est�n varados todos los veleros.
Arena en el recibidor,
el cuarzo guarda todos mi anhelos hoy.
Septiembre suena en el buz�n
y la nostalgia se disfraza de postal.
Aquel ocaso en El Saler,
pinta una luz dorada en mi recuerdo.
Suave el oto�o firma el fin,
con una taza de canela, t� y lim�n.
Se queman los campos de arroz,
y vuelve a echar en falta el su�ter de algod�n.
La piel comienza a blanquear,
el entretiempo
se hace sitio en un rinc�n,
https://www.coveralia.com/letras/postales-presuntos-implicados.php
sospecho que ya no se ir�,
el dietario tiene hoy las de ganar.
No hay quin de la vuelta al tiempo
y su motor bien engranado.
No hay quien burle al domador
que mueve el sol al otro lado.
Vuelve a degustar un trozo de eternidad.
Vuelve a contemplar el sue�o de las medusas.
Blancos torreones de cristal,
largas procesiones de agua y sal.
Nuestro paisaje cambia igual,
aunque intentemos atrapar la levedad.
Lo que fue lava de un volc�n,
hoy se desliza en la profundidad del mar.
Un sue�o de la realidad,
se diferencia en el presente nada m�s.
La cuerda floja del ayer,
ni el calendario.
No hay quien rija el minutero y su fugaz
pasar de a�os.
Nuestro verano ya pas�,
est�n varados todos los veleros.
Arena en el recibidor,
el cuarzo guarda todos mi anhelos hoy.
Septiembre suena en el buz�n
y la nostalgia se disfraza de postal.
Aquel ocaso en El Saler,
pinta una luz dorada en mi recuerdo.
Suave el oto�o firma el fin,
con una taza de canela, t� y lim�n.
Se queman los campos de arroz,
y vuelve a echar en falta el su�ter de algod�n.
La piel comienza a blanquear,
el entretiempo
se hace sitio en un rinc�n,
https://www.coveralia.com/letras/postales-presuntos-implicados.php
sospecho que ya no se ir�,
el dietario tiene hoy las de ganar.
No hay quin de la vuelta al tiempo
y su motor bien engranado.
No hay quien burle al domador
que mueve el sol al otro lado.
Vuelve a degustar un trozo de eternidad.
Vuelve a contemplar el sue�o de las medusas.
Blancos torreones de cristal,
largas procesiones de agua y sal.
Nuestro paisaje cambia igual,
aunque intentemos atrapar la levedad.
Lo que fue lava de un volc�n,
hoy se desliza en la profundidad del mar.
Un sue�o de la realidad,
se diferencia en el presente nada m�s.
La cuerda floja del ayer,